En
el mundo del ciclismo siempre se ha tenido claro que el uso del dopaje ha
generado sanciones, condenas, discordias y vergüenzas para un deportista y su
equipo.
La
más mínima diferencia en la resistencia al dolor, en la potencia a cada
pedalazo, absorción de oxígeno, transporte de oxigeno por la hemoglobina, inducción
de eritrocitemia o la alteración de los niveles de glucosa y producción de
ácido láctico puede considerarse como dopaje.
Todas
estas sofisticadas formas de hacer trampa alterando las capacidades del cuerpo
humano se vuelven ridículas después del escándalo protagonizado por Femke Van den Driessche, en el cual por
primera vez se ha descalificado y suspendido a un ciclista por usar un motor
escondido en la máquina.
El sofisticado sistema es en pocas palabras, un motor
escondido en el tubo bajo el sillín que le asiste potencia al eje conectado a
los platos. Este simple y novedoso aditamento fue desarrollado por la marca
Vivax Assist y ya está a la venta.